Hay una escena de la película Forrest Gump que siempre me ha impresionado, el personaje comienza una carrera sin rumbo, sin sentido, hacia ninguna parte. De pronto, a alguien se le ocurre que ese corredor solitario, un poco extraño, está haciendo algo extraordinario.
¡Corre por la paz mundial! ¡No, corre por los animales! ¡No, corre para darnos un mensaje! y así, cada uno comienza a darle un sentido a algo que no lo ha tenido nunca y que de hecho su protagonista no le ha dado, y se convierte en un héroe, lo que dice se hace historia, lo que hace es imitable, todos quieren ser como él, no sólo eso, !!!comienzan a seguirlo!!!! Primero uno, luego otro y después cientos corren detrás de él, pensando que les va a dar un significado a su vida.
A Forrest no le importa, él no invitó a nadie, él sólo comenzó a correr, si lo siguen es su problema, pero para estos seguidores de héroes, él se convierte en su guía, se convierte en el líder que les va a decir a dónde ir y cómo.
De pronto, este dios mitológico de mentiras se cansa, se detiene... todos esperan las palabras del mesías y entonces, él abre su boca y dice "estoy cansado, me voy a casa" Los seguidores se miran desconcertados, lo miran a él y le preguntan "qué vamos a hacer ahora" y él, sin molestarse si quiera en contestar se va, al fin y al cabo, él nunca los invitó, lo que quieran hacer no es su problema.
A veces siento que en este país hay muchos seguidores de Forrest Gump. Un día a un idiota se le ocurre una idea, arranca a correr y el resto corre detrás esperando que les de todas las respuestas que no han sido capaces de encontrar. Están buscando héroes o mesías que les resuelvan la vida para evitar el problema de asumir responsabilidades, porque es más fácil seguir al idiota, él al menos sabe para donde va.
Cuando el idiota se cansa, se detiene, se pierde o se va, los seguidores quedan desamparados buscando otro mesías que les diga que hacer y para donde correr. Sálvanos Forrest!! dinos cómo salvar el país, dinos qué hacer con nuestra ciudad, ayudanos a no pelear con los vecinos, resuelvenos la vida, que a nosotros nos quedó grande!!!
Lo peor de todo es que los Forrest de nuestro país comienzan a creer que de verdad son mesías y tienen las respuestas. De verdad creen que ellos solos, pueden salvar el país y que los demás deben seguirlos, son peores que el Forrest de la película, éste al menos sabe que no tiene ningún rumbo, que tan sólo quería correr.
Creo que en lugar de correr detrás de algún idiota, las personas deberían tomar la decisión de asumir su vida, su ciudad, su país, de dejar de esperar cada 4 años a que llegue un mesías a salvarnos y responder todas nuestras preguntas. En su lugar, deberíamos tomar nuestro papel de ciudadanos y ciudadanas que somos capaces de transformar las cosas si queremos. No esperar cuando a alguien se le ocurra la brillante idea que salvará el mundo o cuando llegue un superhéroe a arreglar todo, sino cuando tomemos la decisión de ser responsables.
Por lo menos esperaría, que si van a seguir a algún idiota que le pregunten para donde va, no sea que los deje botados a mitad de camino sin saber que hacer.