lunes, 27 de junio de 2011

La marcha de la ciudadanía LGBT

Por sexto año consecutivo asistí a la marcha de la ciudadanía LGBT, es la forma más visible de mi activismo y por eso no dejo de hacerlo cada año. Esta vez el recorrido era más corto así que pensé que sería más rápida o que terminaríamos más temprano en la plaza de Bolívar, esta vez no quise marchar con ningún grupo así que llegue al Museo Nacional y me ubique al lado del Toque Lésbico que siempre tiene un buen ambiente.

Al llegar al Museo vi más de 200 policías recibiendo instrucción y pensé en lo bueno que era contar con ellos, pero más adelante escuche a alguien decirle a una organización que no se ubicara al frente de la puerta del Museo porque le daba mala imagen, me sorprendió, a la vez que me disgustó, como era posible que entre nosotros mismos creyéramos que le damos "mala imagen" a algo, seguí mi camino y llegue a la séptima donde estaban todos los grupos esperando que arrancará la marcha y busqué a las mujeres de la batucada, del Toque Lésbico, estaban súper elegantes con corbatas de colores y sombreros negros, poniendo con sus tambores, el toque alegre a una espera que al parecer se estaba haciendo molesta.

Mi primera sorpresa fue ver el desorden, nadie ubicaba los grupos, todos estaban amontonados, unos se empujaban a otros y eso parecía más una fila para hacer un reclamo que la salida tradicional de la marcha. Recuerdo que en los años anteriores los organizadores de la marcha pasaban una y otra vez ubicando los grupos en el orden que se había definido, adelante las organizaciones de activistas, atrás los grupos políticos, luego las instituciones públicas y por último las carrozas. Debo admitir que me parecía odioso que nos organizarán de esa forma, siempre pensé si es una marcha para que tanta sicorigidez, pero al ver el arranque ayer extrañe las ordenes y las instrucciones que daban los organizadores.

Después de mucho esperar, porque la marcha no salió a las 2:00 pm como lo hace siempre sino casi una hora tarde, la marcha arrancó, me preocupe cuando no vi la logística que todos los años se ubica a lado y lado de la calle y evita que los "mirones" se metan en la marcha y la perturben, algunos años esta labor la hizo Misión Bogotá con sus auxiliares sosteniendo una cinta de seguridad que separaba a los caminantes de los observadores, otros años lo hizo una empresa de logística particular e incluso recuerdo un año en que el mismo ESMAD se ubico al lado de la calle abriendo paso a la marcha, fue muy raro pero ocurrió.

Este año en cambio, la gente se metía a la marcha y sin ningún respeto detenían el paso para "exigir" (que no pedir) fotos con los que caminaban, el tema llegó a ponerse tan complicado que muchos agarraban del brazo a los de la marcha y los obligaban a parar. La situación se puso tan crítica que a la altura de la calle 26 los observadores se tomaron las calles (casi 5 cuadras) y no dejaron avanzar la marcha por más de media hora.

Algunos caminantes desesperados se tomaron la organización por su cuenta y con megáfono en mano comenzaron a despejar la vía en un intento desesperado por avanzar, otros, como fue mi caso, armamos un cordón de seguridad humano alrededor del grupo que marchaba y a medida que avanzábamos íbamos retirando las personas que miraban y que gritaban cosas. 

En un momento, las mujeres de la batucada tuvieron que detener su música pues algunas personas les tiraban agua, les impedían el paso mientras bailaban en frente de ellas o simplemente intentaban tocar los tambores, así que tuvimos que cerrar más la cadena humana de amigos y amigas de las músicas y asumir el papel de los logísticos, la tarea fue muy dura y me hizo admirar a esos pobres muchachos que en eventos, conciertos y marchas tratan de mantener la gente calmada con la única arma que tienen, su cuerpo.

A medida que lográbamos avanzar veía en el camino a los auxiliares de policía, a los patrulleros, a los carabineros, a la policía de tránsito y pensaba "por qué ellos no están haciendo esta labor" a más de uno le pedí que nos colaborara con la gente y su respuesta fue una mirada indiferente o el voltear la cara, algunos incluso estaban tomando fotos en lugar de ayudar a organizar el desorden.

No fueron los únicos que sólo estaban para mirar, los muchachos de Misión Bogotá estaban parados a lado de la calle mirando pasar la marcha y sin moverse un milímetro, a varios les dijimos que ayudaran a correr la gente y su respuesta fue "a mi me dijeron que me quedará aquí" por lo visto no tenían ni idea para qué.

En el colmo del desespero hablamos con los gestores de convivencia de la Secretaria de Gobierno y uno de ellos me explicó "la Mesa LGBT no quiso ayuda este año con la marcha por eso sólo estamos de observadores" curiosa decisión, puesto que la marcha no es un problema de la Mesa LGBT sino de la ciudad y si se presenta algún incidente no es la Mesa quien le responderá a la ciudad sino la Administración Distrital.

Después de más de dos horas finalmente llegamos a la Plaza de Bolívar, por fin vi a los organizadores de la marcha, estaban muy ocupados hablando en la tarima, supongo que desde allí estaban coordinando, aunque me pregunto si alguna vez se enteraron del desorden y la angustia que se vivió en el recorrido.

No vi ambulancia y ni la tradicional carpa del PMU por ningún lado, es probable que estuviera en otra parte pero esta marcha me dejó un sabor agridulce y una profunda nostalgia por los organizadores de antaño, aquellos a quienes ahora llaman "dinosaurios" Germán Humberto Rincón, Elizabeth Castillo, Diana Navarro y seguramente muchos más que se me escapan, y que yo veía corriendo de un lado al otro de la marcha informando lo que pasaba, organizando el recorrido, informando a las autoridades, exigiendo el apoyo, manejando el público, yo nunca hice parte de los organizadores, siempre he sido una "usuaria" de la marcha por decirlo así, pero ayer dimensioné el tamaño de la tarea que se echaban sobre sus hombros estos líderes de años anteriores.

Ojala la experiencia de ayer sirva para hacer una autocrítica y recoger la experiencia de los otros años para no inventarse la rueda otra vez y correr el riesgo de que el evento más importante y significativo de la comunidad LGBT se deteriore y pierda su esencia.

Marcha LGBT año 2005. Observese como Misión Bogotá
tiene un cordón de seguridad y los observadores se mantienen en el anden

Marcha LGBT año 2006, una empresa de logística se encarga
del cordón de seguridad

Marcha LGBT, año 2007, empresa de logística hace cordón de seguridad
Marcha LGBT año 2009. Nuevamente logística
hace cordón de seguridad
Marcha LGBT 2011